martes, 14 de junio de 2011

Colombia se proyecta como una gran despensa agrícola


En diálogo con MisiónPyme, el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, destaca el hecho de que ahora los pequeños y medianos agricultores contarán con el apoyo del Estado para lograr una verdadera transformación productiva y social del agro colombiano. 
En el DRE los pequeños y medianos empresarios del agro aparecen como protagonistas, ¿qué hace prever que realmente le sacarán provecho a la nueva política?
En primer lugar, la nueva política de DRE está circunscrita solamente a pequeños y medianos agricultores, tanto los recursos de crédito como el apoyo. Los grandes, si llegan a participar allí, tienen que hacerlo en proyectos asociativos con pequeños y medianos. En segundo lugar, los programas de crédito están focalizados en el apoyo a la producción de alimentos y la seguridad alimentaria, que es la que más representación tiene en la pequeña y mediana agricultura.
Como se ve, es un programa claramente orientado a la pequeña y mediana agricultura y a la agricultura campesina, a diferencia de lo que se veía anteriormente.
¿Cómo lograr que mejoren su estructura empresarial y que no tengan que depender de subsidios o de la ayuda del Estado?
A través del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro), que administra este programa. Existe, simultáneamente, un programa al cual puede acceder cualquier agricultor, o agrupación de agricultores, para orientarlo en su proceso empresarial.
¿Qué le está faltando a la locomotora del agro para que realmente despegue?
Esto no es suficiente, pero es un paso de inmensa importancia. No es suficiente porque la agricultura en los últimos tres años creció negativamente, aunque los últimos datos del DANE muestran que creció en el último trimestre del año pasado. Aspiramos a que esto, más los otros mecanismos de política agropecuaria que se están poniendo en marcha –porque esto es la parte de un todo-conduzcan a que la agricultura pueda crecer de ahora en delante de mejor manera que en el pasado.
¿Cuáles son las principales talanqueras para que la locomotora no avance como se desea?
Hay un problema complicado asociado a la tasa de cambio porque la revaluación golpea a varios sectores de la economía pero sobre todo al agrícola. Una tasa de cambio deprimida es una mala cosa para la agricultura y para su crecimiento. Igualmente, este invierno tan fuerte ha colapsado muchas vías secundarias y terciarias, e impactado negativamente en el desarrollo agrícola. En el corto plazo, esas son las dos talanqueras más importantes porque por el lado del crédito las cosas se están normalizando, las tasas de interés están bajas y hay buenos apoyos a la agricultura, tanto en la general como en la pequeña y mediana, que con el DRE recibe por primera vez un apoyo de crédito focalizado hacia ellos.
También es necesario que el país logre una efectiva restitución y distribución de tierras, entonces, ¿cuáles son las condiciones necesarias y suficientes para lograr el definitivo desarrollo del agro colombiano?
Por el lado de las estructuras de la tenencia de la tierra el tema había estado perfectamente olvidado. Llevábamos cerca de 30 años sin hacer absolutamente nada para mejorar la distribución y la estructura de la tenencia de la tierra. El Gobierno ha presentado un proyecto de Ley de víctimas y su capítulo de restitución de tierras y próximamente el proyecto de ley de desarrollo rural, con lo cual se quieren sentar bases firmes para hacer unas políticas de restitución de tierras, de titulación y de desarrollo rural mucho más sólidas de las que ha habido hasta el momento.
¿Cuánto tiempo habrá que esperar para que la locomotora del agro alcance la velocidad necesaria para una verdadera transformación productiva, económica y social del campo colombiano?
Una locomotora para alcanzar velocidad, toma tiempo, no arranca instantáneamente a 400 kilómetros por hora. Estamos saliendo de una estación que había estado en hibernación durante varios años y ya los datos de DANE muestran un crecimiento positivo en el último trimestre del año pasado, lo cual quiere decir que empieza a tomar velocidad, todavía no es de crucero pero ya se está moviendo la economía agraria. 
¿Con el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos le irá mejor a la agricultura colombiana?
A algunos reglones les va bien y a otros les va mal. Hay unos menos vulnerables que otros, por eso el diseño del nuevo DRE está orientado a darle mucho énfasis a la protección de aquellos sectores de la agricultura más débiles, para que puedan prepararse para enfrentar los efectos de fragilidad que les va a plantear la entrada en vigencia del tratado.
Toda vez que el agro de Estados Unidos está subsidiado, ¿qué subsectores del agro colombiano resultarán ganadores con la entrada en vigencia del TLC?
Todos aquellos que no están básicamente en los sectores de la producción de comida. Es decir, aquellos productos de materias primas agrícolas para la exportación son menos amenazados por el TLC que la agricultura orientada hacia la producción de comida y de seguridad alimentaria, aunque es la más frágil.
¿Es posible pensar que Colombia podría convertirse en despensa alimentaria mundial?, ¿que papel podrían jugar allí los pequeños y medianos empresarios de agro, o eso sólo está reservado para grandes empresarios?
Es para todos, inclusive los pequeños y medianos tienen un papel muy importante que jugar porque lo que va a necesitar el mundo en los años venideros es comida y ésta se producen en pequeñas y medianas unidades agrícolas. Colombia es de los pocos países que aún tiene tierras para incorporar a su frontera agrícola y cuenta con una economía campesina productora de comida muy importante. Por supuesto, puede ser y tiene que ser una de las despensas del mundo. Por eso, los nuevos esquemas como el DRE, están orientados a favorecer ese tipo de agricultura empresarial, que no es la que está produciendo la comida.
Aportó: PedroDUA

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