miércoles, 21 de abril de 2010

¿Qué proponen los candidatos presidenciales en materia de empleo y crecimiento económico?

http://foronacional.no-ip.org/varios/archivos_p_web/IPD%202010/Entregas%20IPD/03%20empleo.pdf
(ver en enlace documento completo)
Empleo, ingresos y subsidios
(Primera parte)

Según la gran encuesta de los medios publicada a finales de marzo, desarrollada por Gallup, la alta tasa de desempleo es de lejos el principal problema que tiene por resolver el futuro presidente del país. Así lo manifestó el 29% de los encuestados. En segundo lugar, aparece mejorar la calidad y el cubrimiento de la salud pero con sólo el 9,7% de las respuestas. Esta tendencia se mantiene para las cinco ciudades/regiones en donde se aplicó la encuesta (Bogotá, Caribe, Centro oriente, Antioquia /Eje Cafetero y Suroccidente), con el agravante de que en el Caribe la opinión otorga al desempleo un peso del 40,7%.

Sin duda, este es un problema con muchas causas y múltiples efectos. Si se examina la evolución del desempleo durante los últimos diez años, se observa una reducción hasta el 2007 y un repunte hasta finalizar el año pasado, aunque, a pesar de la disminución, Colombia tiene durante toda la década tasas siempre superiores a las del promedio de los 24 países latinoamericanos, aun teniendo un crecimiento del PIB superior en siete de los diez años examinados.

Las cifras permiten pensar que el modelo de crecimiento económico no logra generar empleo suficiente. En otras palabras, en Colombia cuando crece la economía el empleo no crece de la misma forma ni al mismo ritmo. Sin embargo, esta situación no es reciente ni se presenta sólo desde la última década, aunque durante este periodo se desaprovechó uno de los mayores dinamismos de la economía para enfrentar el fenómeno.

Al finalizar la década de los noventa, uno de los períodos más críticos de nuestra economía, cuando el PIB llegó a tener un crecimiento negativo del 5%, el desempleo alcanzó niveles nunca vistos desde 1984. Mientras en ese año la tasa promedio para las 7 ciudades principales fue del 13,38%, durante algunos meses del año 2000 llegó a ser superior al 20%, y a la economía le costó cinco años de crecimiento continuo devolver el desempleo a una tasa similar a la de 1998: sólo en 2004 se situó de nuevo en niveles del 15%.

Visto de otra manera y de forma más reciente, a pesar de que entre el 2000 y el 2007 el PIB creció en términos reales un 35.5%, el número de empleados sólo lo hizo en un 13% aproximadamente. Hoy, luego de un nuevo episodio de caída del crecimiento del PIB en 2008 y de aumento inmediato del desempleo desde finales de ese año, parece ratificarse la apreciación sobre este modelo de crecimiento sin generación de empleo.

Los jóvenes, los más afectados

Según el último reporte del DANE, existe en el país un desempleo del 12,8%, que equivale a más de 2.7 millones de desempleados; el grupo poblacional más golpeado es el de los jóvenes. Las cifras del DANE muestran que entre el 2001 y el 2009 el desempleo promedio a nivel nacional fue del 13%, mientras que el de la población entre los 16 y 24 años fue del 23% para el mismo periodo. Algo muy preocupante.

Dentro del universo de los jóvenes la situación de las mujeres resulta ser aún más dramática, pues la diferencia entre hombres y mujeres, durante toda la década, es de 12 puntos porcentuales: el promedio del desempleo en las mujeres fue del 30% y en los hombres del 18%.

Pero no sólo el caso de los jóvenes preocupa; ocurre igual con el caso de quienes no obtienen los ingresos que esperan, o no trabajan todas las horas que quisieran hacerlo, o se dedican a actividades no adecuadas a sus competencias. Este es el fenómeno del subempleo. Colombia empezó la década y la concluyó con prácticamente idénticos registros: en el primer trimestre del 2001 el subempleo fue del 44% y al concluir el último trimestre del 2009, registró un 43%; en estos nueve años el promedio fue de 43,6% y llegó a tener registro del 50%. Podría entonces usarse la frase gastada ya de “una década pérdida” para el tema del subempleo.

Desempleo, educación superior y género
Para Hugo López, uno de los más reconocidos expertos en el tema, las cifras del DANE muestran que, a pesar de la precariedad de los indicadores, la mejor parte -o la menos mala- se la llevan quienes tuvieron acceso a educación superior. Así, a pesar de tener en un inicio dificultades para acceder a un empleo moderno (que cuente con acceso a sistemas de seguridad social y prestaciones sociales), quienes cuentan con esta característica terminaron evitando el descalabro de la recién concluida recesión. Vale la pena examinar esta cuestión.

Según López, la evidencia muestra que en épocas de crisis, como la que recién ha vivido la economía del país, los primeros en perder el empleo son quienes no cuentan con educación superior, viéndose obligados a buscar refugio en la informalidad o perdiendo su condición de asalariados. Cosa contraria ocurre con el empleo de quienes si contaban con educación superior: éste viene creciendo desde 1996 a una tasa promedio anual del 7.6%, incluso, durante el segundo trimestre de 2008 se elevó un 9.4% respecto del mismo periodo del 2007 y aunque ha caído su componente asalariado, las condiciones de empleo no asalariado para quienes tienen esta característica son mejores que las padecidas por quienes no tienen educación superior.

Paralelo a esto, vale mencionar que según el Ministerio de Educación la cobertura en educación superior reportada para junio de 2009 era de apenas el 35,5%, incluyendo las cifras del SENA. Es decir, que prácticamente sólo uno de cada tres jóvenes que se gradúan de bachiller ingresa a una institución de educación superior.
Por último, junto a la difícil situación del mercado laboral para la población sin educación superior, aparece la problemática de las mujeres. Para el trimestre noviembre-enero de los años 2002 a 2009/2010, el promedio de desempleo femenino fue del 16,68% mientras el total nacional fue del 12,81% y el de los hombres se situó en un 10,14%. Además de estas altas tasas de desempleo femenino, lo preocupante es que similar a lo evidenciado para los jóvenes respecto al total de la población, nunca en los registros examinados el desempleo de las mujeres es más bajo que el de los hombres.

También continúa la brecha en materia de ingresos. Las cifras del DANE muestran que en los últimos años los ingresos de las mujeres equivalen al 75% de los ingresos percibidos por los hombres. Además, los de éstos crecen a tasas más altas. En otras palabras, estamos hablando de un fenómeno estructural, no pasajero, de la economía y el mercado laboral colombiano.

¿Y qué dicen los candidatos al respecto?

Candidatos y Propuestas

Antanas Mockus

Adecuar y utilizar de forma racional y sostenible los factores productivos: formación integral del capital humano para la competitividad. Financiación responsable adecuada y priorizada de proyectos generadores de empleo y riqueza colectiva. Crear y poner en marcha un plan estratégico de infraestructura (carreteras, puertos, aeropuertos y proyectos de generación de energía) para potenciar el mercado laboral nacional y la integración al mercado internacional. Fomentar la ciencia, la innovación y el desarrollo tecnológico, fortalecer el aparato productivo, las buenas prácticas de gestión y calidad, la financiación adecuada y el uso de tecnologías modernas.
Reducir radicalmente la brecha entre reglas formales y reglas informales en la economía. Incorporar en la cultura el disfrute del trabajo bien hecho y de la productividad, consolidar empresas solidarias y PYMES, eliminar la exención tributaria al capital, creación de subsidios y apoyos productivos hacia los sectores más generadores de empleo, desarrollo de zonas de formalización laboral y empresarial, reducción de las cargas parafiscales de los salarios más bajos.

Gustavo Petro Urrego

Restaurar el Ministerio del Trabajo, incentivar la exportación de alimentos, la actividad textil y la tecnología como sectores estratégicos para crear empleo. Extinción de dominio a tierras en manos de narcotraficantes para entregarlas a desplazados, reformar la ley para que cada municipio cuente con zonas de economía campesina, acceso del pequeño agricultor a subsidios y créditos del Estado y el Banco Agrario.
Exenciones, descuentos y beneficios tributarios para aquellos que generen empleo. Revisión del régimen laboral para impulsar la creación de empleo, supresión de las formas de contratación indirecta. Se mantendrán los parafiscales a la nómina para sostener el SENA e ICBF. Construcción de rutas que unan los centros de producción de alimentos con el mercado interno y externo.

Germán Vargas Lleras

Reducir las exenciones al capital, redefinir los aportes parafiscales y reducir los costos de despido. Desligar el cubrimiento de seguridad social de los mercados laborales. Fortalecer el SENA para ampliar el cubrimiento de la capacitación laboral a personas sin educación formal y personas de menores ingresos. Crear 300 mil empleos temporales a través del programa Empleos en Acción.
Generar un total de 800 mil empleos anuales con la construcción de VIS, reduciendo en más de 20% la cifra de desempleo. Cubrir a trabajadores con contratos (temporales o permanentes) que hayan trabajado más de doce meses, financiar el seguro del desempleo con aportes de los empleados, de los empleadores y del Estado.

Juan Manuel Santos

Restablecer el Ministerio del Trabajo. Crear 2,4 millones de empleos nuevos y formalizar 500 mil puestos que hoy son informales. Disminuir la tasa de desempleo al 9%. Incentivar los estímulos a los sectores de infraestructura, agro, vivienda, innovación y medio ambiente. Fortalecer, promover y consolidar una política de exportaciones para el país. Apoyar la creación y desarrollo de las MIPYMES.
Reducir el impuesto a la renta para inversiones en activos fijos que permitan crear empleo formal en Colombia. Controlar la evasión de las obligaciones laborales. Fortalecer la formación técnica para el trabajo. Implementar los programas de Mujeres en Acción, Empleo en Acción y Jóvenes en Acción para la inserción de las mujeres, los jóvenes y la población más pobre.

Noemí Sanín

Generar un millón y medio de empleos nuevos, disminuir la tasa de desempleo al 7.5%, incentivar el empleo estable, digno, gratificante, y que permita tener acceso a la seguridad social. Reducir la informalidad a menos del 30%. Consolidar un Fondo de Sustentabilidad que garantice el uso responsable de los ingresos petroleros y mineros. Aplicar incentivos a las empresas que generen empleos. Profundizar el régimen especial de transición para la formalización de empresas basado en la reducción de impuestos a la nómina, impuestos corporativos y en la simplificación de procesos fiscales.
Promover la educación para el trabajo con apoyo del SENA, los colegios y universidades. Crear una bolsa especializada en Pymes. Fortalecer el subsidio al desempleo, implementar una política agraria e industrial dirigida al mercado internacional, simplificar la estructura tributaria para incentivar la inversión privada, nacional y extranjera.

Rafael Pardo Rueda

Fomentar la demanda de empleo a través de programas públicos de vivienda de interés social, obras de infraestructura, programas en el sector agrícola, entre otros. Diseñar programas directos de generación de empleo que combinen la oferta y la demanda laboral. Crear el Programa del Primer Empleo que pretende que las personas que empiecen por primera vez a buscar trabajo tengan las capacidades necesarias para cumplir con las necesidades de las empresas. Elevar la remuneración del empleo productivo y a mejorar las condiciones en las condiciones de trabajo para los jóvenes. Fortalecer los programas de capacitación laboral como el SENA, formalizar y fortalecer las pequeñas y medianas empresas para que puedan crear empleo formal a través del programa Nacional de Emprendimiento.
Eliminar los estímulos tributarios al capital y otrogar incentivos a las empresas que creen empleo. Abaratar los costos de contratación y revisar la estructura de los costos laborales de las empresas y buscar que estén acorde con la necesidad de los trabajadores, pero también de los desempleados. Mejorar los indicadores de eficiencia e incentivar el mejor uso de los recursos parafiscales y de las entidades que los reciben como las cajas de compensación, el ICBF y el SENA. Ampliar la cobertura y el monto del subsidio de desempleo.

Fuente: Foro Nacional por Colombia

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